24 feb 2007

enemigo

(con ezese psycho)
Ese es mi enemigo y es un buen tipo
lleva los hijos al colegio
vecino típico.
Saca siempre la basura temprano
cuando nos encontramos nos saludamos.

Apretón oculta
tranquila rabia
matar apasiona
mantiene la calma.


Sin eufemismos

Tu hijo es capitán
mi mujer tiene mejor culo
vamos a la par
te arrancaría los brazo
scon la máquina de cortar el pasto.

Adentro de esta parker
hay un cuchillo.
Te ascendieron
te felicito
será en mi jardín
tu nuevo despacho.

Exactos los dos
salimos a las 5
nacimos el 20
leemos el suplemento Viajes.
Nos falta pelo en el mismo lugar
apagamos el velador de florcitas
y nos imaginamos desangrar.

Compramos en Easy
palas de punta,
buscamos terrenos
para plantas hueso.

Sé que lo dos
tenemos kilos de cal
y pinzas para extirpar
la prueba dental.
Bolsas gigantes
de plástico fúnebre,
guantes sin huellas,
un galpón de chiches.

Disyuntivas:
ofrecer un té veneno
o certero hachazo,
conseguir ampollas de potasio
o asfixiarlo.

Llevamos agenda
para chequear coartada
steléfonos de alquiler de autos
lapiceras negras
(no se puede acabar con nadie
sin anotar).

¿Habrá tiempo para torturas?
¿La gota?
¿El submarino?
¿La lengua de cabra?
Quisiera matarlo de sed
nadando en agua...


Nunca pensamos razones
para tener que odiarnos.
Siempre nos ocupamos
en conspirar contra el otro.
Somos tan parecidos
con mi enemigo.
Tal vez no lo mate.
Perder a mi amigo
sería aburrido,
domingos sin nada que hacer.
Tal vez sí lo mate
y despues de la nada
serruchar una silla y
anudar una última corbata
pensando en él.








escribir de a dos dedos. como en sANONIMATO
verdadero psycho madrugada: http://www.chicoverde.blogspot.com



[hagámoslo didáctico: describe tu propio enemigo. a ver si se copan, copados]

19 feb 2007

marta

marta coleccionaba las valijitas de juliana pero ahora tiene una fábrica de acondicionadores. con eso alcanza. le gusta tardar semanas en bañarse, prender la ducha y poner el tapón para mirar el contraste entre el agua negra y la espuma. me admitió que fue ella la que desenroscó la ducha de casa para poder sentir el chorro violento que le agujerea la cabeza. se quema la cabeza marta. a veces prende el agua hirviendo sólo para ver cómo se ponen de rojos sus pies. marta, vení a casa pero bien marta. necesito que no lo hagas nunca más. es un ojo terrible el de la webcam.
me gusta cuando te dormís con la toalla en la cabeza. tenés ese capricho de la toalla de color en el cuerpo y la blanca en la cabeza. marta usa la toalla como capa, no se la pone como vestido, haciendo ese nudito que siempre siempre se desenrosca, qué histéricas son marta… vos en cambio te secás rápido y te paseás por casa así, solamente con la toalla blanca.
marta ¿vas a volver?
marta ¿por qué no me acondicionás a mí?
te gusta ir acercando tus manos de a poco, ir pegando palma con palma, ir viendo cómo se pega la piel, ir cómo se hacen una esas tus manos tan simétricas. en cambio los dedos rechazándose, hasta que te duele y tenés que parar. le gusta decir mimbre y olerse después de bañarse. en esos momentos diferentes hace las dos cosas al mismo tiempo. cómo en el verano, ¿viste? todo en un mismo día…

marta escucha sus pasos cuando se va y escupe cuando la comida no le gusta o le falta sal. no es maleducada solamente no lo puede evitar. ah, además odia cuando hay canciones sin cantantes, la aburre a marta. es que no le gusta la música le gusta la letra. la mata a marta eso.
marta te acordás cuando ibamos a los museos solamente para que nos miren, piensen: como yo, les gusta musear. mentíamos marta. desconfiabas de todo aquel que tuviera blanco entre la parte de arriba del ojo y el párpado. ‘locos’, me decías. le gusta empezar los crucigramas poniendo las eses cada vez que dice pl.

y con los ataques…
ella de vez en cuando entraba a golpearse el pecho ¿cómo? con un puño a la vez empezaba despacio despacio uno dos uno dos uno pero después tomaba ritmo. quería filmarte con la webcam. se lastimaba. a veces tenías moretones. de fondo se escuchaba la música de fondo mal, se escuchaba mal. no por sintonizar, alguien subía el volumen y se salía de sus auriculares. ¿cómo se llamaba? ah, marta, marta. después decías que no con la cabeza (no, no decía nada es una forma de explicar) y también despacio hasta que la velocidad no la dejaba ver ni lo que tenía enfrente ni lo de los costados, solo luces. marta. cuando parabas me sonreías, y yo no sabía qué decirte. disculpame, ¿es un tic? estaría acostumbrada ella. también aplaudía a veces, pero esto sin violencia, solamente para felicitarse por terminar el show del tic ¡y qué tics!

con qué nombre te sentenciaron, flaca. marta te podrías haber llamado Raquel también